Saltar al contenido

Hoy por primera vez.

Me vi al espejo, y me reconocí.

[ Relato de cuarentena ]

Es Lunes, me despierto sin despertador. Creo que ha sido el reloj biológico esta vez, después de empezar a acostumbrase a un nuevo ritmo durante las últimas semanas.

Recién estoy despertando de ese viaje y de mis sueños cuando escucho unas risillas a lo lejos, señal que hay que prepararse rapidamente para comenzar el ritual matutino. Y es que han llegado Leo Messi y Cristiano.

Da comienzo el murmullo matutino que arranca con el primer día de semana laboral y escolar de los nenes (en modalidad online) ya saben, por los tiempos de cuarentena.

[ Después de este breve paréntesis].

Messi y Cristiano suben corriendo hasta mi habitación. Yo estoy casi lista para bajar a desayunar, aunque aún en pijama. Nos quedamos un pequeño rato a conversar, han llegado con bastante entusiasmo y energía, y yo los empiezo a extrañar cuando no están.

Leo y Cristiano son mis sobrinos, que por obvias razones, sus nombres han sido cambiados en este relato (nombres que ellos mismos me sugirieron al decirles que los incluiría en mi narrativa de hoy 😬).

Y aunque no ha sido fácil adaptarse a este ritmo, hoy curiosamente siento como si todo sincronizara y fluyera como debe ser. Podría hasta decir que es como algo mágico, ¿Qué fue lo que sucedió? No lo sé, pero asi lo siento especialmente hoy.

Sin embargo sé, que este fenómeno de tranquilidad no es como producto de la casualidad, sino el resultado de un verdadero trabajo. de semanas de esfuerzo y de lucha por lograr un verdadero balance a nivel personal, familiar, vivencial y de todo,

Supongo que cada persona y familia lo vive y experimenta a su modo.

Al parecer, no hay fórmulas ni recetas, pero no te asustes si no hay lo uno ni lo otro, siempre el sentido común te hará saber lo que tienes que hacer.

Hoy particularmente me siento motivada y también con algo de paz. Veo a mi alrededor y me siento como en esa línea de tiempo a la Marty McFly que ni yo me la creo. Pero esto es tan real que voy a disfutar de este momento presente,

* * *

Hoy solo quiero compartir mi emoción por dentro.

Seguimos en cuarentena.

Hay días presurosos, pero hay otros de simple reflexión que parten de un silencio interno que simplemente llena el alma. Me quedo con ese pensamiento tan simplista como honesto.

Solo sentir el momento es el propósito, sin sentir dudas ni deseos de cuestionarlo todo.

En fin, compartir esta clase de cosas se convierte en el fin.

Cada búsqueda implica un gran desafío, porque no sabes lo que vendra enfrente, puede haber una especie de esbozo o boceto pero nada es certero. Eso lo re-aprendí los últimos años y algunas lecciones a carne viva y a fuego lento.

Muchas veces pensé “Me equivoqué”. La realidad es que nunca lo sabré. A veces tienes que aprender a abrazar la incertidumbre y a sortear los baches. Simplemente aprendes a confiar en el presente y el futuro, dejándote guiar por una especie de sabiduría interna.

Por primera vez en los últimos años siento no estar navegando sobre una gran tormenta de agua brava, días de tempestad se van difuminando a lo lejos, aunque eso no significa desdibujar el pasado, al contrario, es abrazarlo pero no sujetarlo (a veces me asomo pero hay un blur que no me deja distinguir).

Cierro los ojos, respiro profundo y continúo.

Hoy siento que desperté en una especie de balsa de agua calma. Segura, feliz, agradecida.

Y hoy desperté con esa necesidad de compartirlo, porque hoy en el día no. X de esta cuarentena, me vi al espejo y me reencontré.

***

Por cierto, Messi y Cristiano me han preguntado como voy con mi relato. 😬😁😊

***

Esperamos que te haya gustado este posteo y querido Lector (a) si tienes alguna historia por compartir y deseas que la publiquemos, no dudes en escribirnos a contacto@espaciomujer.org

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *