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La Puerta Rosa

Un timbre sonó.

Año 2017, mes de Junio.

Finalización de un semestre bastante difícil y lleno de un ambiente viciado por el estrés debido a la entrega de notas de casi dos mil estudiantes de bachillerato. Entre la presión de las directivas, de los padres y los estudiantes exigiendo explicaciones a sus bajas notas y una acumulación de cansancio y dolor físico rasguñando el alma, con un sin sabor de tiempo completo (y hablo de un horario inhumano) tomé la decisión más importante de mi vida, renuncié y me aferré a mis sueños.

Renuncié a mi trabajo y a todo tipo de estabilidad que esto puede generar, mi familia me miró con ojos de asombro y mis amigos dijeron:

— ¿Pero de qué vas a vivir ahora?- y mi respuesta fue —¡Me dedicaré a ser feliz¡

En busca de la Felicidad

El mundo no está preparado para escuchar que se puede trabajar y ser feliz al mismo tiempo. Para mí la felicidad no se encuentra en tener un trabajo estable con horarios rígidos Para mí la felicidad se encuentra allí donde puedes desarrollar toda la creatividad y rodear de amor tus sueños. 

Pero no voy a negar que ha sido un aprendizaje lleno de altibajos, muchas veces no creí en mi potencial, en mis capacidades y en el poder de mis sueños, sobre todo cuando tienes 46 años en una sociedad para la cual ya eres muy vieja para construir, para laborar, para ser feliz haciendo lo que amas. Es cuando miras al cielo y sabes que hay algo más fuerte que te llena de fe y esperanza para lograr tus objetivos. Y en mi caso fue gracias a otro soñador (mi esposo) que decidió creer en mí y que puso poco a poco su montón de arena para que este camino se diera e hizo realidad uno de los más fabulosos sueños de mi vida, tener la cocina más hermosa y rústica, como aquellas de las casitas campesinas, sencilla y llena de hogar.

Hace un tiempo leí por ahí que lo único que necesitamos para desarrollar toda nuestra creatividad es la capacidad de asombrarse. Y si algo me sorprende cada día son los aromas, colores y texturas que nacen en la cocina. Justo allí, en el calor del fogón y el horno, nace La puerta Rosa. 


La Puerta Rosa

La Puerta Rosa es una experiencia sensorial, un portal que al cruzarlo encuentras diversas propuestas pensadas para cada ser o un grupo  de seres que nos acompañen y quieran compartir con nosotros de aventuras como la del cine, la literatura, la música, las tertulias, entre otras. Todo esto acompañado de un plato que tiene la capacidad de sintetizar toda esta experiencia sensorial en rosa, su explosión de sabores, colores, formas, afectarán a nuestros comensales, de tal forma que conservarán en su memoria el grato recuerdo de que fuimos participes de la gran celebración que nos hace más humanos, celebrar la vida.


Fotografía By Julio Mayo


Paula Sánchez , Colombia.

Sueño con compartir desde la humildad mis aprendizajes, saberes y sabiduría a través de mi cocina y mis fotografías.

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